Asistieron a esta reunión un total de 17 profesionales y una persona ajena a nuestro colectivo que se interesó por nuestra profesión y de tal manera encajó que formará parte de la agencia comercial el próximo mes de julio.
Fue una reunión que comenzó sin guión (esto no nos pasará más veces) pero que la gente aceptó de buen grado y que comenzó con una queja y una crítica a las representadas, aludiendo que "arriman demasiado el ascua a su sardina", es decir, que en las redacciones de los contratos que proponen a los agentes hay cláusulas redactadas de forma torticera y dadas las circunstancias del mercado pretenden amarrar de tal forma sus derechos, olvidándose de sus obligaciones y deberes, que pervierten el sentido tal de la agencia comercial, que se basa en la confianza, como todo negocio. Esto perjudica a la parte más débil en esta relación contractual y no beneficia a ninguna de las partes, la pérdida de confianza no beneficia a nadie, a la hora de hacer negocios.
Se pone de manifiesto también que aún en la propia Ley del contrato ésta marca un máximo en la indemnización por clientela al agente, pero no un mínimo.
En este sentido la autodisciplina del colegiado debería imponerse y rechazar aquellas empresas que habitualmente perjudiquen las relaciones que deben tener empresa y agente. Ello da lugar a una perversión de las mismas que perjudican a los dos colectivos mencionados.
Otro ámbito tratado fue el de las nuevas tecnologías, que salió a la
palestra mencionando el caso de la aplicación "Uber" que tanto podría perjudicar a los taxistas, pero parece que la concurrencia concluye con que sería muy difícil que apareciese una aplicación que perjudicase a la agencia comercial, es otra prestación de servicios más personal más técnica y por tanto de difícil implantación.
Después de una pausa para servir unos pinchos y un vino español, los asistentes se dedicaron a relacionarse y comunicarse o como se dice hoy día tuvo lugar el ansiado coworking colegial o coleworking y éste es el fin de estas reuniones.
palestra mencionando el caso de la aplicación "Uber" que tanto podría perjudicar a los taxistas, pero parece que la concurrencia concluye con que sería muy difícil que apareciese una aplicación que perjudicase a la agencia comercial, es otra prestación de servicios más personal más técnica y por tanto de difícil implantación.
Después de una pausa para servir unos pinchos y un vino español, los asistentes se dedicaron a relacionarse y comunicarse o como se dice hoy día tuvo lugar el ansiado coworking colegial o coleworking y éste es el fin de estas reuniones.