Rodeados de pingüinos, no los de Puente Duero, sino los que había en el terreno de juego habitual, once, si once bravos y castos ( esto se pone en duda....) colegiados y asimilados, ofrecieron un espectáculo de fútbol magistral, en especial Manuel Del Pozo, alias agua va, quien tenia el punto de mira desviado, una y otra vez, chutaba el esférico contra los tres palos, en lugar de a las mallas de la portería, hasta que al final, por fín lo logró y materializó un precioso gol.
El encuentro fue cordial y sano, pese a la multitud de pisotones, entradas viriles, golpes y encontronazos, fruto de la falta de ritmo y los excesos navideños, en especial Carlinhos Riestra, quien a base de rodillazos en salvese las partes y entradas a destiempo marcó la pauta del partido.
Quedamos emplazados para el próximo viernes día 20, acordaros de llevar los petos, confirmar en el blog y los deudores pasar por las oficinas para abonar los requerimientos.
Saludos
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