martes, 15 de enero de 2013
Crónica eufórica ante la adversidad
Esta crónica está realizada por un cerebro globalizado y a través de la webcam del fútbol (instalada en un poste de luz)
Este encuentro fue, en contra de la depresión del convocante, cual dos locomotoras en la misma via y sentidos opuestos: Tensión inicial, arranque y aceleración, tensa espera previa y el gran choque final.
La tensión inicial fue causa de las importantes ausencias; en el banquillo hay empujones, porque no hay sitio para todos. La desgracia se ceba con el SPAC (Sporting Primarso Agentes Comerciales) pierde piezas fundamentales en la defensa, centro del campo y alas, no afortunadamente las que precisa para despegar y volar alto deportivamente hablando.
El arranque fue, como siempre, enérgico pero poco duradero, la culpa es de la edad media y no me refiero a los siglos V al XV
Es evidente que la globalización de dineros y mercancias con la que empezó este fenómeno, trae como una de sus consecuencias la globalización de las personas y sus derechos, por eso perdimos un defensa en Portugal a la búsqueda del entregador de la misma nacionalidad, dimitido a causa de su errónea decisión de sentar a Araña en el banquillo y que tan mal sentó a nuestra nutrida afición. Si bien, debido al mismo fenómeno global ganamos colegas deportistas de otras latitudes. Comprobamos cada día, abundando más en lo dicho, que el talendo huye, esto explica someramente la poca aceleración del encuentro, faltó fuerza y talento.
Pero lo aguerridos deportistas, "rapaces" ellos, en lucha constante contra las adversidades sociales y económicas del fútbol y para llevar la contraria al deprimido Gento, supo dejar el pabellón del AC. en un honorable lugar. Hay que comprender que el fútbol espectáculo se lleva gran parte de las infraestructuras y por ende dinero y para el fútbol deporte quedan solo las migajas.
Llegamos al choque final de trenes, trenes, como queda dicho, internacionales, no como en la época de Gento, que la autarquía no dejaba ver los Del bosque y Messi que hubiera, hoy que contamos con excelentes locomotoras, las vías no están a la altura y la velocidad alcanzada deja mucho que desear en el deporte popular. Bien es verdad que nosotros disfrutamos del deporte ampliando el léxico y conocimiendo nuevas costumbres y de los encontronazos sale la nobleza deportiva, los saludos y buenos deseos a los ausentes, alguna "tarjeta de visita" y algún talón de aquiles roto y chequera sin talones. En fin, que se disfruta del deporte, no del espectáculo, participando, colaborando y cooperando para que este grupo de aficionados, no sea estafado, sino al contrario que lleguen a ser EQUIPO
Las imprecisiones narrativas son debidas a la miopía futbolística del crónico cronista y las deficiencias de la webcam
Salud,
El cronista del laud
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